La navidad se acerca y, como todos los años, el debate usual sobre cómo preparar la mesa navideña se hace presente entre los argentinos. Desde los tradicionales platos hipercalóricos de esta época hasta reversiones light de las comidas que solemos consumir, el menú del 24 y 31 de diciembre nunca deja de ser objeto de debate.
A la hora de pensar en unas fiestas saludables, es frecuente asociar este concepto con platos “light”, restricciones en las comidas y rutinas de entrenamiento post fiestas para combatir las calorías ingeridas. Sin embargo, los expertos aseguran que la clave para pasar unas fiestas saludables es no privarse de los gustos de fin de año, y advierten sobre los peligros de utilizar el ejercicio físico como un “castigo” por haber ingerido eso que tanto nos gusta.
“En nuestro país, la comida representa una parte importante de nuestra vida social, por lo que privarnos de la tradicional cena navideña implica restringir nuestros espacios de socialización y disfrute. Sin embargo, no privarnos de nada y comer como si fuese nuestra última comida para al día siguiente realizar rutinas de entrenamiento hiper exigentes, también es un problema para nuestra salud, ya que esto nos valida la idea de que el entrenamiento es un castigo que debemos realizar tras haber tenido mala conducta, cuando en realidad lo deberíamos ver como una herramienta para alcanzar una mejor calidad de vida” explica Camila Mariana, entrenadora certificada por NASM y fundadora de POWER by Camila, la aplicación de entrenamiento que busca ayudar a las mujeres a generar una relación positiva con la actividad física.
A la hora de pensar en unas fiestas saludables, POWER by Camila comparte de la mano de Mariana Silvestro, la nutricionista a cargo de los planes de alimentación con los que la app cuenta, 3 tips para evitar los excesos pero disfrutar el tiempo en familia:
01. Respetá las 4 comidas durante todo el día
Innegablemente el 24 y 31 de diciembre son días de muchos preparativos para todos, por lo que es usual que, ya sea por falta de tiempo o por querer “ahorrar” calorías para la noche, algunas personas decidan saltarse el desayuno o el almuerzo.
El problema de realizar las 4 comidas diarias de forma fraccionada es que, al llegar la noche, nuestro cuerpo tiene tanto hambre que lo que podría haber sido una cena moderada disfrutando de cosas ricas termina siendo un atracón voraz para satisfacer a nuestro estómago.
02. Pensá la mesa navideña a conciencia
Uno de los grandes errores de las fiestas es calcular comida por demás. Preparar pocas cantidades de platos variados no solo nos ayuda a probar todo sin caer en los excesos, sino que además evita que luego tengamos las famosas “sobras navideñas”, que contrario a lo que muchos creen, suelen ser la mayor causa de mala alimentación en estas fechas.
Si en tu mesa navideña sobró comida, siempre podés colaborar para que otros puedan disfrutar de ella también, poniéndote en contacto con organizaciones solidarias como QuieroAyudar o el Banco de Alimentos de tu ciudad.
03. Aprovechá los momentos más relajados para comer mejor
Otro mito que ronda la nutrición y que se refuerza en las fiestas es el del “día permitido”. En realidad, para lograr una dieta balanceada y saludable, no hay que pensar la comida chatarra o menos saludable en términos de “días” sino en momentos. Si a la noche voy a tener mi momento en familia para disfrutar la comida, esto no quiere decir que mi día está perdido y debo también almorzar mal, al contrario de esto, puedo aprovechar la mañana para incorporar fruta o disfrutar de la tarde saliendo a caminar al aire libre para mantenerme en movimiento.
En un año tan particular como lo fue el 2020, pasar tiempo en familia y cuidar nuestra salud deben ser nuestras dos mayores preocupaciones durante estas fiestas. Disfrutar del fin de año es posible si hacemos del equilibrio nuestra meta principal.
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