Hay juegos que trascienden a las siguientes generaciones, el amigable bingo es uno de ellos. Hoy, en cualquier momento y lugar es posible jugarlo de forma online e incluso, para conocer el juego y familiarizarse con las reglas, las mejores plataformas online promocionan la posibilidad de jugar bingo gratis y satisfacer el interés por este juego que se ha adaptado con facilidad a las grandes innovaciones.
El más social de los juegos de todos los tiempos, en la era de la conectividad digital, se muestra rejuvenecido y vibrante. Su valor, como un juego sencillo y sumamente divertido, se multiplica online, porque se adecua muy bien a los dispositivos móviles, sumado a que las interfaces del usuario son mejoradas continuamente para proporcionar una mejor experiencia al jugador.
El bingo es un juego sorprendente y muy versátil, de hecho, es usado como recurso didáctico en infinidad de cursos en el mundo. Es un juego que activa de manera muy especial el componente lúdico que está presente en los seres humanos, despierta la necesidad de experimentar, promueve el entretenimiento y la diversión.
Un juego atemporal que se proyecta hacia el futuro
De mano de la tecnología, este juego tradicional se proyecta hacia el futuro. Su presentación online evoca siglos de regocijo al ganar y gritar con enorme agitación: “Bingo”. A la vez, combina elementos que caracterizan el mundo digital y las condiciones de vida contemporáneas.
El carácter del juego del bingo, sumado a esa sencillez que emociona al límite, convierte al azar en un reto. A todas las generaciones encanta el ir escuchando números, marcarlos en el tablero y esperar con ansia que salga el número que falta para ganar. En la actualidad, el juego online representa ese punto en el que convergen las emociones del mundo físico vívido y real y las extraordinarias ventajas del mundo digital.
Los avances en la tecnología y sus demandas coetáneas han generado grandes transformaciones. Para las nuevas generaciones estos cambios constantes son parte de la cotidianidad. La generación Millennials, conviven con el universo del juego online, la realidad virtual, la inteligencia artificial el internet de las cosas, las cadenas de bloques, entre tantos elementos del ámbito digital, para ellos parte de la evolución y disfrute constante.
Es muy posible que el bingo siga obteniendo los beneficios del progreso que, en materia tecnológica, les imprimen los nativos digitales a los juegos. Los desarrolladores de programas podrían dar continuamente nueva vida al juego, de manera tal que, quienes aman las innovaciones tecnológicas se contacten con tales avances jugando bingo y los amantes del bingo se conecten con la tecnología jugando.
Del frijol en el tablero a la era digital
Las raíces del bingo se remontan al lotto, que es un juego de azar del cual se tiene como referencia el año 1530 en Italia y se conocía como Lo Giuoco del Lotto de Italia. La historia del bingo es una mezcla de azar, ingenio y visión. Una idea multimillonaria del estadunidense Edwin Lowe, fabricante de juguetes, popularizó el bingo en todo el mundo. Comenzó a fabricar tableros y contrató a un matemático profesor universitario jubilado, para diseñar más de 6.000 combinaciones diferentes de números para los tableros.
Previamente, había sido impactado por la emotividad que causaba un juego que observó en un carnaval de Atlanta. Al jugarlo, las personas marcaban con frijoles números en un cartón y al completarlos gritaban: ¡beano! (por “bean” que es frijol en inglés). Lowen al regresar a Nueva York reprodujo el juego entre sus amigos, generando la misma expectativa diversión y emoción que percibió en Atlanta. De esos eventos amistosos surgió la anécdota que le dio el nombre. Una de las amigas que jugaba, emocionada al ganar, en lugar de gritar beano, gritó: Bingo. A Lowe le gustó el nombre y así lo denominó.
A medida que se popularizaba, el bingo se difundió también como una estrategia para recaudar fondos, por lo que iglesias, organizaciones de caridad y beneficencias, así como todo tipo de instituciones asistenciales, comenzaron a emplearlo y aún lo emplean, como una herramienta para obtener recursos. Las modalidades caseras para jugar en familia también se han difundido desde todos los tiempos. No se quedan atrás los casinos online, en ellos, el bingo ha tenido su sitial de honor.
Todas las generaciones que convergen en nuestros tiempos siguen jugando bingo. La modalidad online ha sintetizado su carácter y la agradable afición a este juego, con la versatilidad del internet. Al jugar con bingo en forma online se conjugan la comodidad que brinda la conectividad, la estética y la originalidad de temas con esa potencialidad para ganar, que ha generado diversión y expectativa a lo largo de varias décadas en infinitos rincones del mundo. En este momento, cualquiera de nosotros, ante un ordenador o un dispositivo móvil, puede estar gritando: ¡Biiingoo! con esa enorme carga de emoción que se vive al completar un tablero.
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