El águila a los 40 años está casi ciega, las plumas pesadas y feas, el pico se curva hacia dentro lo mismo que las garras y no puede cazar para sobrevivir. Es cuando el águila debe tomar una decisión radical:
se somete a una renovación o se deja morir.
Las que deciden seguir viviendo, se retiran a lo alto de una roca en donde construyen un nido. Estando allí, ella misma se arranca el pico viejo golpeándolo contra la roca, y sale uno nuevo, con el cual arranca y destroza una por una sus viejas garras. Luego le salen garras nuevas con las cuales arranca sus plumas, hasta quedar pelona. Al mismo tiempo, un aceite le limpia los ojos, devolviéndole la visión. Cuando le crecen estas nuevas plumas, con un pico, garras y nueva visión el águila puede seguir en su vuelo diario por 30 años más. Es un proceso sumamente doloroso de unos 150 días, pero que le ofrece una nueva juventud.
Aprovecha los momentos que te regala la vida y procura rejuvenecer con tu buena voluntad y dedicación. Colmemos de gracia y de ternura cada situación que se nos presenta y saciemos nuestros anhelos con bienes no perecederos.
¡Seamos como un águila y renovemos nuestra juventud!.
El hombre hoy conoce lo que ahora la ciencia asegura que es verdad:
Las águilas pueden rejuvenecer.
Sostengamos los sentimientos de asombro, exaltación, intimidad, dulzura u otros estados de ánimo que impregnan de gozo y alegría nuestro corazón.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y mi deseo de que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha prosperidad.
Claudio Valerio
© Valerius
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martes, 8 de diciembre de 2020
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