La artesanía de alta calidad es como la joyería: delicada, basada en el detalle, de elaboración selecta y sólo apta para quien es capaz de reconocer la filigrana exquisita que le da vida. Arytza e puso orfebrería a su línea de condimentos premium. El engarce gourmet perfecto.
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Las especias y adherezos son propuestas gastronómicas que suman sazón a la cocina. Tienen una gran capacidad aromatizante, por lo que suelen usarse en pequeñas cantidades, y pueden mezclarse entre sí para conseguir diferentes combinaciones.
Pimienta, pimentón, cardamomo, clavo, nuez moscada, mostaza y canela son alguna de las especias más consumidas en el mundo.
Desde la Prehistoria las especias han estado presentes en la alimentación del hombre. Un estudio publicado por varios investigadores de la Universidad de York (Estados Unidos) ha revelado que en la cocina prehistórica del norte de Europa se usaban especias; en concreto, han detectado la utilización de una especie de mostaza para dar sabor a la carne.
En las citas sobre especias en la Biblia se destaca su valor, puesto que se regalaban a los reyes junto con otros presentes como joyas o metales preciosos.
Las grandes civilizaciones de la Edad Antigua también usaron los condimentos de diversas maneras: los egipcios las utilizaban como sazón, pero también como cosméticos e incluso en lociones para embalsamar. Griegos y romanos usaban las especias en medicina, en la cocina y en algunas celebraciones religiosas.
En la Edad Media se nota un descenso en el uso de las especias en la cocina europea, mientras que en Medio Oriente se destacan por el uso y conocimiento. Las cosas cambiaron con las Cruzadas, que propiciaron que las especias volvieron a introducirse en la Europa occidental.
Los egipcios fueron los primeros en buscar la ruta hacia Oriente, pero fueron los fenicios los primeros en constituir un mercado de especias y establecieron la conocida como “Ruta de las Especias”. Este pueblo, eminentemente navegante, tuvo durante mucho tiempo el monopolio de este comercio, puesto que eran los únicos que conocían la procedencia exacta de las especias y no compartían el secreto con nadie. Posteriormente, los romanos establecieron una ruta anual desde la costa oriental de Egipto hasta las islas Molucas.
Esta ruta partía en abril y regresaba en octubre, para aprovechar los monzones. También utilizaron una vía terrestre, la Ruta de la Seda, para comerciar con las especias. La caída del Imperio Romano de Occidente y la conquista de Alejandría por el Islam propiciaron un declive en el comercio de las especias por parte de los europeos, actividad que comenzó a recuperarse con las Cruzadas.
Hacer belleza con el sabor
Cuando en el 2003 Arytza cobró vida, se concentró en la fabricación de aderezos y mostazas 100% naturales. Elabora productos artesanales, sin aditivos y/o conservantes artificiales. De esta manera, logra que los aromas, las texturas y los colores de las mostazas transiten, con el paso del tiempo, por diferentes etapas y sensaciones; algo que no se consigue con la elaboración industrial que utiliza estabilizantes.
Sus productos no contienen féculas, harinas, almidones modificados ni estabilizantes, por tanto el resultado es un producto concentrado, de sabor intenso y mayor rendimiento. Todas sus mostazas son aptas para celiácos. Su alta calidad de estas variantes le valió ser seleccionada para ser parte del Mount Horeb Mustard Museum, siendo la única empresa argentina.
La mostaza tipo Dijon está elaborada con granos de mostaza marrón. Su sabor, aroma y pungencia, provocada por los aceites volátiles, determina a esta clásica mostaza francesa. La versión a la antigua está elaborada con granos de mostaza marrón. Su textura se debe al correcto quebrantado que permite la oxigenación de la mostaza, estacionada 6 meses determinando el equilibrio de los sabores. La alternativa a la miel está elaborada con granos de mostaza marrón, amarilla y miel de eucaliptos, junto a una combinación de especias. De picor suave y muy aromática. La opción a las finas hierbas brinda un sabor anisado por la incorporación del estragón francés. Junto a la molienda de los granos de mostaza y el estacionamiento necesario. Finalmente, la tipo alemana está elaborada con granos de mostaza marrón. Su textura se debe al correcto quebrantado que permite la oxigenación de la mostaza, estacionada 6 meses determinando el equilibrio de los sabores.
Entre su oferta de condimentos, posee una línea de salsas: criolla y barbacoa argentina; curry en dos versiones: suave y picante y adherezos varios: chimichurri, griego (pasta de ajo y miel), mayonesa ahumada, con ajo y clásica.
Su versión más exquisita es la de su línea de regalos que propone dos productos deslumbrantes: mostaza antigua con cognac, o con lima y vodka. Dos joyitas para un collar de perlas gorumet donde se ha cultivado cada una con la delicadeza de una ostra.
Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/ , Instagram @flavia.tomaello
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martes, 26 de mayo de 2020
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