La historia contemporánea argentina ha dado señales inequívocas de que las transformaciones requeridas a su tiempo fueron encaradas por la constitución de amplios frentes políticos cuya vigencia – aun de sufrir algunas decepciones – permitieron dar lugar a la necesaria gobernabilidad y a la puesta en escena de políticas publicas que bregaron por el bienestar general.
Desde Juan Domingo Perón hasta Néstor Kirchner las alquimias políticas integraron no solo peronistas sino también radicales, sociales, democratacristianos e independientes acordes a un Proyecto de Desarrollo Nacional capaz también de doblegar aquellas expresiones arraigadas en la Reacción o el Fascismo o como se lo llama ahora como “Libertario “–
El actual Frente de Todos cuyo objeto prioritario era evitar un segundo mandato del Presidente Macri careció parcialmente del establecimiento de una serie de premisas en Políticas de Estado avaladas por solidos equipos técnico siendo la advenediza llegada de la Pandemia y de una Crisis Belica emergentes que inviabilizaron el poder sentar a pensar para luego accionar de las todavía demandas pendientes del conjunto de la sociedad argentina.
El contexto geoeconómico mundial arraigado en una galopante estanflación sumado a la suscripción de los cuestionables compromisos financieros externos le dan poco margen al Gobierno de Alberto Fernández de poder deslizar o atender una serie de políticas que siguen estando presentes tanto en sus funcionarios como en la mayoría de los militantes.
Si bien los compromisos señalados son limitantes el despliegue geográfico argentino invita a pensar su potencialidad en materia de recursos estratégicos – en particular energéticos – como mineros que el desarrollo a mediano plazo de los mismos no solo traerá un ahorro interno significativo sino el ingreso de recursos económicos que puedan garantizar un fluido capaz de atender las demandas financieras externas y también aceitar la acumulación de reservas genuinas y por ultimo dicha acumulación permitiría ampliar la base monetaria actual.
El mercado interno argentino explica el 75 % del PBI y este énfasis se deber re significar en un contexto de fin de globalización donde países como los EEUU re inciden en políticas industriales locales de radicación interna inversora.
Dicho flujo permitirá aumentar el poder adquisitivo local, pero se debe ponderar los apetitos de los grupos que concentrar la producción en particular de alimentos para que no se continue con la apropiación casi irracional del ingreso de todos los argentinos.
En ello el Estado y funcionarios loables deben hacer peso del todo su poder por que lo que esta en juego es la mesa de todos los argentinos.
Paralelamente y por obra del actual tipo de cambio y de la formación de nuestros jóvenes recursos humanos la Argentina se esta convirtiendo en sede de la actividad informática internacional donde habitantes de muchos países consideran a nuestras ciudades sede de su radicación.
Pero los sectores medios bajos y bajos que son objeto de la Política Social del Estado deberían ser objeto de la promoción en la finalización de sus estudios secundarios y de cursos de oficio y formación y porque avanzar hacia un ingreso universitario con un profundo sistema de becas.
Algo de todo ello se está realizando solo debería tener más profundidad y promoción pública.
El país espera con ansias el resultado electoral de su vecino que permitirá profundizar la integración regional y el intercambio económico.
Las “sirenas “que nuevamente se ofrecen como alternativas electorales ya han tenido su momento entre el año 2015 y 2019 por lo que apelo a la memoria social para que desde allí se materialicen cuales han sido sus consecuencias tanto generales como particulares pues en definitiva pueden cambiar los nombres, pero sus objetivos son siempre los mismos pues expresan los intereses del Anti – Pueblo.
Necesitamos tranquilizarnos internamente para pensar una Gran Frente Político Amplio para que desde allí lancemos 10 ejes programáticos de la Argentina próxima.
Teniendo la masa política los referentes a figurar saldrán solo del propio consenso interno o si es necesario dar lugar al mecanismo de las PASO al que no debemos temer si es que tenemos consolidado nuestro Frente.
Hay mucho y bueno por delante para el país donde la Región Sur puede ser una región de paz y de desarrollo armónico.
Apelo a la llamada hombría de bien de todos y a la perspicaz mirada de nuestras mujeres que a lo largo de la historia han tenido un lugar casi privilegiado a la hora de asumir valientemente todos los desafíos que se han presentado.
Y por último los jóvenes pues para ellos es este hermoso país.
Ezequiel Beer
Geógrafo UBA
Analista Político
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lunes, 10 de octubre de 2022
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