Tenias que ser tú,
a quien escogió mi alma.
Con tu cálida mirada,
la nobleza del espíritu,
eres quien ocupa hoy, todo
mi espacio,
mi mundo y mi universo.
Tú, haces brotar los te quiero,
a la llegada del alba.
Mi aurora junto a ti,
es remanso de gloria, que
se mece en mi regazo.
Tú, intrépido albedrío.
Me traes estrellas, para alumbrar
todo mi ser,
si me rompo, por las penas,
cuando estás lejos de alborada.
Tú que me diste tu semilla,
para sembrar verdes plantas.
¡Primavera siempreviva,
tenías que ser tú,
la otra parte de mi alma!
Autora. Mariela Hung Sue.
País Cuba.
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domingo, 29 de septiembre de 2024
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