¿Tienes en tu casa un lugar o un sector preferido? ¿Te sientes más a gusto, más cómodo y más tranquilo en alguna zona en particular?
Si todavía no lo sabes o no has reparado en ello, es hora de que lo hagas para saber.
Conocerlo te traerá muchos beneficios porque … no es lo mismo sentarte a tomar una taza de té en un nodo energético que en un lugar que no lo es para ti. También es importante saber que cada persona tiene su lugar particular aunque compartan la misma casa. ¿Te habías percatado de esto antes? ¿Por qué nos suceden esas preferencias? ¿Cómo usarlo a tu favor?
Los nodos o puntos energéticos son lugares en donde confluyen líneas energéticas y aunque la mayoría de las culturas modernas no los toman en cuenta, las grandes civilizaciones antiguas sí lo hacían.
Te cuento además, que en nuestra casa principal: nuestro cuerpo, también los hay; y también en nuestro planeta, pero eso es tema para otro artículo.
¿Cómo reconocer los nodos energéticos?
Tomate unos minutos cuando estés solo en tu casa para recorrerla, en lo posible descalzo.
Mientras vas caminando en forma suave siente la energía del lugar, recorre todos los recovecos y rincones.
Sentirás si sos perceptivo, más tranquilidad y paz en algunos lugares.
Recórrela nuevamente y presta más atención a esos sitios que seleccionaste que pueden ser dos o tres.
Cuando llegues a esos lugares en forma muy lenta, quédate allí unos segundos y cierra los ojos para percibir más. Repite lo mismo en los espacios seleccionados hasta escoger solo uno.
Puede suceder que, de un primer momento ya escojas un solo lugar y eso está excelente.
Puede ser que al leer esta nota ya sepas cual es tu lugar preferido, felicitaciones!
Recuerda, no es una habitación, es menos que eso, a veces es un pequeño sector, la cercanía a una ventana, el borde de tu cama, un sillón, la alfombra, un balcón, una tina.
Beneficios de los nodos en el hogar
Cuando logramos identificar ese lugar que nos tiene más a gusto, podremos recurrir a él cuando lo necesitemos. Cuando estemos pasando una situación de estrés, cuando necesitamos concentrarnos y pensar, para meditar, para hablar por teléfono con alguien, para tomarnos una taza de té, para leer un libro, o para hablar con nosotros mismos.
Si ese lugar aún no existe: identifícalo. Si ya lo tienes: cuídalo y límpialo, coloca velas aromáticas o sahumos cada tanto y no dudes en recurrir a él cuando lo necesites.
Por Eliana Ianni para NORTE EN LÍNEA
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sábado, 19 de febrero de 2022
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