Se trata de UNITÁN SAICA en el norte argentino quien alcanzó la certificación emitida por Verra bajo el estándar VCS (Estándar de Carbono Certificado). A inicios de diciembre 2022, el estándar aprobó el registro del proyecto para la captura de 300.000 toneladas de CO2, que permitirá emitir 300.000 bonos de carbono como consecuencia de la plantación de especies leñosas nativas y exóticas, como el Quebracho Colorado, en las provincias de Chaco y Formosa.
La Argentina tiene hoy una oportunidad única para posicionarse en el mundo como uno de los mercados de carbono a nivel regional y global más fundamentales, estratégicos y con perspectiva de rápido crecimiento internacional, entendiéndolos como un mecanismo concreto y transparente para canalizar financiamiento a las acciones climáticas necesarias para mitigar el cambio climático.
Es en este contexto en que la Mesa de Carbono Forestal Nacional (MCFN) se enorgullece en anunciar que la empresa UNITÁN SAICA, miembro de la MCFN, es la primera en nuestro país en certificar bonos de carbono bajo el estándar VCS de Verra en proyectos forestales, siendo este el estándar con mayor reconocimiento internacional del mercado de carbono global. El trabajo ya realizado y certificado por la empresa consiste en plantaciones forestales con especies nativas y exóticas, ampliando la utilización de este novedoso instrumento económico y de mercado a este tipo de producciones.
“El mundo se enfrenta a un tremendo desafío: no sobrepasar los 2 °C de calentamiento durante el siglo XXI, por las graves consecuencias ambientales, sociales, económicas y climáticas que traerá aparejado este aumento de la temperatura, a menos que se logren reducir profundamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de forma urgente. De hecho, en nuestro país se calcula que el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen del cambio de uso de la tierra y la silvicultura, es decir de la pérdida y degradación de los bosques y su uso intensivo” explica Juan Pedro Cano, coordinador de la Mesa y profesional de gran trayectoria en gestión ambiental.
“Realmente estamos muy entusiasmados en poder mostrar con hechos concretos los beneficios ambientales, sociales y económicos que pueden traer los mercados de carbono, tal como en el caso de UNITÁN y varios otros que se encuentran en curso. Desde la mesa creemos que este tipo de trabajo se puede replicar y escalar, pero observamos que deben crearse los espacios para una discusión más amplia y que incluya a más ecosistemas y sectores productivos para generar mejores condiciones, desde lo legal y político, para la promoción de este tipo de proyectos en el país” agrega el coordinador.
Los bonos o créditos de carbono son un instrumento de mercado que permite certificar la captura de carbono o reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), causantes del calentamiento global y el consecuente cambio climático. Estos son obtenidos luego de un arduo proceso de certificación y su principal mercado son empresas, personas o gobiernos que usan los créditos de carbono para compensar estas emisiones.
En tal sentido, UNITÁN SAICA es hoy una pionera en la forestación de especies nativas como el Quebracho Colorado, siendo éste el primer proyecto certificado con esta especie, y espera que su labor genere nuevos interesados en esta modalidad de trabajo. La comercialización de estos bonos de carbono en el mercado, permite financiar el desarrollo de los proyectos por parte del sector privado. Este proyecto requirió un exigente trabajo por parte de los equipos técnicos y profesionales de la empresa. El programa de forestación de UNITÁN trabaja con especies nativas a escala comercial, lo que representa una oportunidad para la generación de información y formulación de proyectos similares con potencial reducción de la presión a bosques nativos para obtener insumos. Este programa se lleva a cabo en campos propios y arrendados, con el objetivo de alcanzar en el a ño 2025 unas tres mil hectáreas en tres provincias (Chaco, Formosa y Corrientes) con más de 4.500.000 árboles. En estas forestaciones se desarrollan también actividades tendientes a aumentar la biodiversidad como manejo silvopastoril, apicultura certificada, producción de cucurbitáceas y forraje.
En Argentina se vienen desarrollando proyectos de carbono desde hace más de 15 años. Por ejemplo, la empresa GMF Latinoamericana actualmente opera seis proyectos forestales para generación de carbono en distintas regiones y diferente tipo de abordaje sobre más de 15.000 hectáreas y con un potencial de mitigación de más de 1.375.000 toneladas de CO2 de los cuales ya se llevan mitigadas más de 500,000 Tn de carbono. Estos proyectos incluyen la plantación de especies nativas más grande del país en la provincia de Corrientes, proyectos de conservación y recuperación de bosques nativos en las provincias de Jujuy y Salta, y proyectos silvopastoriles para carne carbono neutro en Misiones. Además, ha logrado el primer proyecto donde los propietarios del predio logran obtener pagos por servicios de carbono a través de la venta de servicios a distinta s empresas pequeñas y medianas. Adicionalmente, en el país hoy existen proyectos en desarrollo y certificación por una superficie de más de 70,000 hectáreas por distintos miembros de la MCFN, lo cual equivale a más de tres veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires.
“A pesar de que se han hecho avances a nivel internacional en acordar las reglas para los mercados de carbono, en Argentina aún hay muchas incertidumbres para que se desarrolle un mercado que sea atractivo y confiable. Es necesario contar con marcos normativos y políticas públicas que establezcan con claridad cuestiones básicas como las alternativas de comercialización y la titularidad de los créditos de carbono generados, como así también los beneficios o requerimientos impositivos de potencial aplicación, ya que por ejemplo hoy no se cuenta con instrumentos de promoción de este tipo de proyectos” reclama el directivo. En este sentido, ante las propuestas o la falta de iniciativas por parte de gobiernos de nivel nacional y provincial, es que las más de 30 empresas y personas que hoy integran la MCFN se han unido para llevar en conjunto propuestas e ideas a los poderes legislativos y ejecutivos nacionales y provinciales para la elaboración de un marco normativo y de instrumentos de política pública para la regulación y promoción de los mercados de carbono en Argentina” agregó el especialista.
Los mercados de carbono surgen en el mundo como una vía complementaria, alternativa y económicamente viable al compromiso asumido por muchos países, empresas e individuos para disminuir las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero, una de las principales causas del cambio climático que está sufriendo el planeta y con los consecuentes impactos negativos sobre la salud de los seres humanos, su seguridad alimentaria, la actividad económica, el agua y otros recursos naturales. El mecanismo de bonos de carbono busca, mediante mecanismos de mercado, generar incentivos para la captación o disminución de emisiones, volviéndolo viable económicamente. Los mercados de carbono son sistemas en donde gobiernos, empresas e individuos pueden comprar y vender unidades (créditos), ya sea para respaldar las emisiones de GEI o bien para compensarlas.
POR QUÉ LOS BOSQUES SON PROTAGONISTAS DEL CAMBIO
Los bosques brindan importantes funciones de la naturaleza para la sociedad. Contribuyen a la seguridad hídrica mediante la regulación del ciclo del agua, mitigan fenómenos extremos de inundaciones y sequías, preservan los suelos contra la erosión y purifican el aire, y son centrales para la biodiversidad y la preservación de flora y fauna. En relación al cambio climático cumplen un destacado rol en la regulación de temperatura y en el almacenamiento de carbono. Es por ello que, los proyectos de captura o reducción de emisiones de carbono son una oportunidad para generar ingresos económicos a quien, por ejemplo, conserve, haga un uso mejorado o restaure o reforeste bosques. “Ante la necesidad de conservar, recuperar nuestros bosques y ecosistemas, este mecanismo se presenta como una alternativa o complemento económico para el sector agroforestal, y de esta manera, una vía para aportar al logro de los compromisos de reducción de emisiones por parte de Argentina” comenta Cano.
“Hoy hay una gran demanda de proyectos de captura y reducción de emisiones por parte de empresas que quieren equilibrar su huella de carbono. La oferta de proyectos está muy por debajo de la demanda internacional, lo cual se presenta como una oportunidad para atraer inversión en este sector. Esta inversión implica no sólo réditos económicos para los propietarios o poseedores de las tierras sino para los trabajadores necesarios para el desarrollo y el mantenimiento de estos proyectos, además de los beneficios ambientales locales y globales ya mencionados” continúa el coordinador, quien se ha desempeñado como Director Nacional de Bosques, Ordenamiento Territorial y Suelos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina, donde, entre otros, coordinó el diseño e implementación del Plan Nacional de Restauración de Bosques Na tivos de Argentina con más de 35.000 hectáreas de bosques bajo restauración y 4 millones de árboles plantados.
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