La Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), a través de su sector de Comercio y Servicios (FEBACyS), dio a conocer su informe mensual sobre las expectativas de la actividad comercial minorista en la Provincia de Buenos Aires. Fue elaborado sobre una muestra de 150 comercios de diferentes rubros de la Provincia.
Un 30% de los consultados cree que para enero 2023 las ventas seguirán cayendo; mientras que el 46% considera que el crecimiento será neutro. El 24% se muestra más optimista y cree que las ventas crecerán.
Al comparar con los sondeos de expectativas de los comercios bonaerenses de los meses anteriores a diciembre, se observa un incremento en la percepción negativa. El dato más relevante es la expectativa de venta negativa con -3,2%, seguida por el 2,3% con mayor crecimiento, y 1% con crecimiento neutro. Todo indica que los encuestados son menos optimistas sobre las ventas al inicio de 2023.
“Definitivamente, la inflación es el factor de mayor impacto en el bolsillo de la gente y esto repercute de forma directa en las ventas de los comercios minoristas bonaerenses. Si bien las ventas durante diciembre 2022 aumentaron impulsadas por las fiestas, no es suficiente para el balance general anual de las pymes y comerciantes minoristas”, señala Camilo Alberto Kahale, presidente de FEBA.
“De acuerdo al último sondeo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas en comercios minoristas registraron en diciembre una suba del 2,7% en la comparación interanual a precios constantes. Este dato marca un quiebre en la tendencia bajista consecutiva de los últimos cinco meses anteriores. Es alentador pero no suficiente para los empresarios y trabajadores del sector pyme. Falta mucho camino por recorrer, el año recién comienza y si faltaba algo, es el aluvión de incrementos en los servicios básicos, y gastos fijos”, agrega Kahale.
Percepción para el primer semestre del año
El termómetro muestra que las perspectivas de ventas para los próximos meses son inciertas y con opiniones divididas. Por un lado, están aquellos que son poco optimistas: el 10% y 18% asegura que sus expectativas son muy negativas y negativas, respectivamente. Por otro lado, el 23% se mantiene con una opinión neutra y, por último, solo el 41% es positivo con respecto a un posible aumento de las ventas minoristas.
“Se esperan más ajustes a mediano plazo y también se observa algo de incertidumbre ante un 2023 cuya agenda estará marcada por las elecciones, y mucho de lo que ocurra en materia de política económica estará regida por esta variable”, comenta el presidente de FEBA.
“En este contexto, vamos a seguir trabajando para impulsar políticas económicas que paren la escalada inflacionaria. Es necesario empezar a controlar con firmeza la suba de precios porque no hay bolsillo que aguante. Las pymes nunca perdemos la esperanza, por eso apuntamos a que, de a poco, las variables económicas más dañinas logren controlarse. Así las pymes -no solo las que se dedican al comercio minorista-. podrán renovar el oxígeno”, concluye Kahale.
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