Desde la pandemia y el estallido social, el sector inmobiliario y de la construcción ha sido uno de los más golpeados económicamente. Según datos de Solunion Chile, durante el 2023, la inversión estimada en el sector se posicionó sobre los nueve millones de dólares, marcando una reducción del 34% respecto a la inversión realizada en el año anterior. Dentro de este monto, se destaca que más de cinco millones de dólares se asignaron específicamente al gasto en construcción, lo que supone una disminución cercana al 34% interanual.
Según la Corporación de Bienes de Capital (CBC), la proyección de inversión para el período 2023-2027 alcanzará los 23 millones de dólares, mostrando una reducción de aproximadamente el 37% con respecto a la estimación previa para el lapso 2022-2026. De esta cantidad, más de 14 millones de dólares se destinarán a gastos de construcción, reflejando una disminución cercana al 34% en comparación con la previsión inicial para el quinquenio 2022-2026, que ascendía a 22 millones según el registro anterior.
Esteban Aranda, Analista de Información en Solunion Chile, señala que, durante el segundo trimestre del 2023, se vendieron alrededor de 13.000 viviendas nuevas en el país en comparación con el mismo período del año 2022, lo que supuso un aumento del 14%. Además, se registró un incremento del 28% con respecto al trimestre anterior. “A pesar de estos datos, que pueden resultar alentadores, la venta de viviendas sigue por debajo de sus promedios históricos”, explica.
Según estas estimaciones, el sector ingresa al 2024 aún en una situación delicada. La industria inmobiliaria enfrenta un deterioro en su situación financiera y comercial, una disminución en la velocidad de ventas y altas tasas de desistimiento. Las restricciones crediticias en la banca continúan vigentes, y se observa un aumento en el uso de herramientas como el factoring para la gestión de deuda.
Para afrontar adecuadamente este nuevo año tributario, Sergio Barrera, Suscriptor de Riesgos en Solunion Chile, señala que es necesario "avanzar en la solución de aspectos más estructurales, como la excesiva y costosa tramitología y burocracia, considerar una modernización de los contratos cuyo mandante sea el Ministerio de Obras Públicas, para que sean flexibles y puedan adaptarse a las nuevas condiciones que se han presentado en los últimos años".
En cuanto al sector construcción, para 2024 se espera que la tasa de crecimiento de la inversión sectorial varíe -0,5% anual, en línea con los menores montos de inversión catastrados en la CBC, y una caída de 0,7% para la inversión agregada de la economía.
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