Frente a la quita de subsidios en las tarifas de luz y gas, el ahorro de energía se ha vuelto una cuestión de suma importancia para la economía de los hogares. Expertos en el área nos cuentan de qué forma podemos reducir los gastos sin cambiar el estilo de vida.
Desde el anuncio de aumento de tarifas de electricidad realizado por el Ministerio de Economía, el ahorro energético se convirtió en una gran preocupación en Argentina. Se estima que el 40% de la energía que se consume en el país corresponde a los espacios habitables, como viviendas, comercios, oficinas, espacios de recreación, salud, entre otros; donde el gas natural equivale al 57% y la electricidad al 35%.
Optimizar el uso de la energía de forma inteligente implica un ahorro para la economía familiar, más aún, para aquellas construcciones que han sido fuertemente golpeadas a partir del sinceramiento tarifario. La eficiencia energética aporta grandes beneficios como una mejora notable en las condiciones de confort y reducir el gasto total de Kwh por mes, disminuyendo los montos en las facturas de luz, sin dejar de satisfacer las necesidades de la vivienda. Además de ser un gran aliado en la lucha contra la inflación, la eficiencia energética permite utilizar de forma inteligente el consumo de energía para que nuestro planeta sea sostenible. Pero ¿cómo podemos lograr que nuestro hogar sea eficiente energéticamente?
Todas las viviendas tienen potencial para ser eficientes energéticamente, si bien existen diversas maneras para reducir el consumo, la opción más eficaz es la aislación térmica ya que permite disminuir el gasto sin tener que cambiar nuestro estilo de vida.
Desde ANDIMA, la Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes se afirma que una aislación térmica eficiente permite ahorrar más de un 35% en el consumo de energía equivalente a un 70% en las facturas sobre la luz y el gas consumidos para climatizar un hogar. La aislación térmica eficiente es la capacidad que tiene un material para oponerse al paso de la temperatura. Las paredes, los pisos y las cubiertas de las construcciones son la barrera que nos protege de las inclemencias del ambiente exterior. Si estas son correctamente aisladas, pueden garantizar altos niveles de confort, manteniendo la temperatura ambiente, sin necesidad de usar energía por demás para estar acondicionados térmicamente.
La aislación térmica también aporta un gran beneficio para el planeta y para la salud de las personas ya que impide que se generen condensaciones, causantes de humedad y moho, en los ambientes, como así también evita enfermedades respiratorias.
De acuerdo con datos del Ministerio de Energía, los edificios en Argentina consumen cerca del 40% del total de la energía del país. Dentro de los hogares, se calcula que el 50% del consumo lo genera la climatización, tanto en invierno como en verano; un 25% los artefactos del hogar y el otro 25% el agua caliente sanitaria.
Al momento de seleccionar el material para aislar una construcción, encontramos diferentes soluciones en el mercado que cumplen con la función de hacer energéticamente eficientes los espacios, tanto para obras nuevas como para remodelaciones existen una gran cantidad de soluciones para techos y muros conviviendo en una misma construcción sin tener la necesidad de elegir una única opción. “Tanto la lana de vidrio como el Poliestireno Expandido (EPS), se pueden utilizar como aislantes térmicos”, explican expertos de Saint-Gobain.
“El sistema de construcción en seco, compuesto por los productos de Isover y Placo, evita que en invierno, el calor se escape y en verano que el calor exterior ingrese, requiriendo de menor uso de calefacción o aire acondicionado, lo que se traduce automáticamente en un menor consumo de Kwh. El sistema EIFS de aislación puede también utilizarse para reformar la vivienda en la que queremos empezar a disfrutar de un mejor clima y ahorrar dinero en calefacción o refrigeración. Es importante utilizar productos adecuados para lograr mejoras visibles, para ellos recomendamos las líneas de Weber que fueron diseñadas específicamente para este tipo de solución” concluyen.
Las soluciones térmicas eficientes permiten no solo generar importantes ahorros económicos como, eficiencia energética y ahorros de emisiones de CO2 cuidando el medio ambiente, sino que ayudan también a prolongar la vida útil de nuestras casas. Si bien es necesario realizar una inversión para adaptar el hogar en caso de renovación, el ahorro energético, y los beneficios que se obtienen a lo largo de la vida útil de la casa, son mucho mayores.
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