La falta de agua provoca que muchos lotes parezcan limpios, pero las especies invasoras pueden dispararse ante la primera lluvia. SpeedAgro propone una amplia paleta de soluciones para controlarlas.
Entre los años 106 y 43 Antes de Cristo, vivió en el Imperio Romano el filósofo Marco Tulio Cicerón, que dejó muchas frases que se transformaron en verdaderos adagios populares. Entre ellas, hay una vinculada al campo: “La agricultura es la profesión del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre”.
Una condición de los sabios es poder advertir los engaños, y es precisamente una de las cuestiones que pone a prueba el actual escenario climático de la campaña 2022/23, marcado por una fuerte sequía, que pone a prueba incluso a quienes más experiencia tienen.
Una cosecha fina que se augura muy mala, producto de la falta de agua y de la sucesión de heladas, ha hecho que todos los cañones se apunten hacia los cultivos de gruesa, con siembras tardías.
En ese sentido, en las labores que se están realizando, es común encontrar lotes que a simple viste parecieran estar “limpios”; es decir, libres de malezas o con muy poca presencia de las mismas, y sobre todo en un estadio muy poco desarrollado.
Ahí es donde está el riesgo del engaño: si no se hace un correcto monitoreo y evaluación de la situación, es probable que esta “foto” engañe y la “película” de la campaña completa no tenga final feliz.
Ser sabios y eludir el engaño
Desde la firma SpeedAgro afirman que, precisamente, un primer aspecto a analizar es que, si bien el sistema se encuentra con poca agua a causa de las bajas lluvias y las temperaturas que aquejan por esta época del año, las malezas están preparadas para crecer y desarrollarse hábilmente con muy pocas precipitaciones, por lo cual es necesario estar sumamente atentos a la presencia y estadío de las mismas.
Esto requiere de monitoreos continuos, para poder determinar tanto la presencia de malezas que suelen ser fácilmente controladas normalmente, como de aquellas más “duras”, que seguramente estarán con mayor abundancia de lo habitual.
Esa información previa será la que permitirá construir la “sabiduría” de los manejos integrales a aplicar, que incluyen “doble golpe” de herbicidas, en el caso de haberse aplicado herbicidas en pre siembra, residuales, que no lograron el efecto deseado y se necesita hacer un “rescate” con un post emergente.
La ventaja de SpeedAgro es que cuenta con una amplia paleta de herramientas químicas para frenar las malezas:
* En pre emergencia, Turnoff (a base de Paraquat), Elegant Power (Glifosato) y Lequium (Hormonal).
* En post emergencia, para soja Tsunami (glufosinato de amonio), Mutuo (Cletodim) o Ziel (Fomesafen); para maíz, Experto (nicosulfuron) y Planter (Imazetapir); y para girasol, Semper (Diflufenican).
Mayor eficiencia
En paralelo, otra manera de aplicar sabiduría es achicar al máximo los errores y aumentar los niveles de eficiencia en las aplicaciones.
A tal fin, los aditivos que son fundamentales: Speedagro recomienda el uso de sus adyuvantes que no solamente mejoran el desempeño de los fitosanitarios usados frente a un estrés ambiental, sino que acondicionan otras variables como el agua usada como vehículo.
Vale recordar que, a raíz de las bajas precipitaciones, las napas sufren un descenso importante y una concentración de sus sales y el PH (potencial hidrogeno)se incrementa, afectando de esta manera a los fitosanitarios utilizados.
Por eso, la mejor de las estrategias es el manejo y la prevención, por lo que la recomendación es el uso de productos de calidad, acompañados de la técnica adecuada para eficientizar los recursos económicos.
“Nuestro equipo cuenta con presencia en todo el país de norte a sur y de este a oeste para ofrecer el mejor asesoramiento técnico y comercial, y ofreciendo los mejores negocios, acorde a los vaivenes que sufre el país”, señalaron desde la compañía.
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