Se dio a conocer la quinta edición 2023 del Informe Económico Mensual que elabora el Departamento de Economía del IAE Business School, escuela de negocios de la Universidad Austral.
En la edición de julio del IEM, Juan José Llach, profesor emérito del IAE Business School, analiza el escenario financiero y su impacto en el crecimiento global. Llach compara la tendencia de bajar la inflación de parte de Estados Unidos con la Argentina ya que es el duodécimo mes consecutivo de baja continua de la inflación.
“Como venimos diciendo, las crisis bancarias están siendo controladas, pero no arregladas solventemente, también a favor de la caída de la inflación - ayudado por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Estados Unidos, que logró su duodécima baja consecutiva en junio. Esto, sumado al crecimiento de EEUU.”, destacó el profesor.
En relación a Argentina, el FMI en su informe Perspectivas Económicas Internacionales, realizó algunas modificaciones a sus estimaciones de inflación, de 60% a 88% para este 2023, y el crecimiento del PBI, de 2% a 0,2%. Considera “preocupante” los efectos colaterales del rápido endurecimiento de la política monetaria que implementan los principales Bancos Centrales del mundo.
A pesar de la pandemia, la guerra entre Rusia vs Ucrania y la inestabilidad bancaria, la economía global está creciendo satisfactoriamente, en contraposición a lo que ocurre con Argentina y Venezuela con datos de inflación todavía bastante altos.
A raíz de las últimas tendencias globales, Juan plantea dos preguntas: "Hay dos grandes incógnitas, vinculadas entre sí. Una es si China seguirá creciendo cerca del 4%, cerca de la mitad que la tasa de crecimiento anterior y la segunda es si esta baja de la inflación en EEUU -y en casi todo el mundo- impulsará a la Reserva Federal a bajar sus tasas de política monetaria, como debería hacer. Se agrega una noticia no tan buena en los dos últimos meses, que es la flojera de los precios de los granos. Sin embargo, el precio de la soja –y de otros granos también- ha aumentado mucho con respecto a los precios históricos. Pero la gran pregunta sigue siendo, más allá de la tecnología, ¿cuál será el motor de demanda que nos llevaría nuevamente al crecimiento?"
El economista cierra con la comparación de la tendencia mundial y la realidad de Argentina, en casi todo el mundo prevalece una mirada de mediano y largo plazo positiva y como resultado, se teme a la inflación, que conlleva al aumento de las tasas de la Reserva Federal y a un menor crecimiento. Para no perder perspectiva, conviene recordar que la mayor inflación minorista en los EEUU fue en 1980, con 13,5% anual.
Por su parte, Eduardo Fracchia, director del área de economía del IAE, reflexiona sobre el plano económico nacional y su vinculación con las próximas elecciones primarias.
Fracchia sostiene que la suba de tasas parece que va a finalizar a fines de julio en Estados Unidos, los datos laborales siguen auspiciosos y se ve más lejana la pronosticada recesión, el nivel de actividad económica se sigue recuperando. Mientras que en Europa se observa un contexto más frío en cuanto al PBI, China está rebotando menos en 2023 de lo que se esperaba.
Para Argentina, las reservas siguen a la baja por la propia dinámica del cepo, los dólares financieros están estables y el gobierno no forzó una intervención después de la última corrida cambiaria. Queda pendiente la habilitación para el nuevo tramo de la apuesta de los yuanes para realizar los pagos. El profesor comenta que “si hubiese una nueva corrida entramos en zona de inestabilidad crítica porque las Reservas Netas están en su peor momento desde que comenzó este gobierno. Algunos especulan con un dólar soja 4 que incluiría hasta otros cultivos y también un posible pedido de adelanto a cerealeras en línea con los Planes Soja que cada vez rinden menos en términos de reserva”.
La inflación sigue muy alta con un 6% en junio, se asocia a precios estacionales bajos y a la carne que subió muy poco, entre otros factores. Si la inflación vuelve a sus números habituales e incluso por arriba de lo esperado, 8%, la inflación anual sería de 140% y parece ser el piso ya que la inflación interanual está en 115%.
Mientras que la deuda en pesos como en dólares se encuentran bajo control, la deuda en pesos está indexada. El Banco Central intervino en su momento monetizando el desequilibrio. Por otra parte, el déficit cuasifiscal, asociado a la dinámica de las Leliqs, sigue siendo muy elevado y creciente, representando el 6% del PIB con 15 billones de pesos.
A modo de conclusión, “así avanza el Plan Llegar con pocas ideas de fondos y lejos de un plan integral. El pedido natural del Fondo, una devaluación del oficial, es rechazado por temor a una mayor inflación. Ya es tarde para devaluar, tendría que haber sido el año pasado. En definitiva, incertidumbre creciente frente al ciclo electoral”
Para finalizar, el economista investigador del IAE Business School, Martín Calveira repasa las principales variables: precios, actividad económica, sector fiscal, sector externo, sector monetario y financiero.
Precios
La dinámica inflacionaria con cierto descenso pero aún persiste en un nivel alto.
La inflación mensual minorista correspondiente a junio se situó en 6%. En términos interanuales la dinámica inflacionaria registró un crecimiento de 115,6%, acumulando 50,7% en lo transcurrido del año.
Las proyecciones de mercado respecto a la inflación persisten en un régimen alto y se espera un nivel similar en el tercer trimestre del año. Desde el relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central se evidencia una variación interanual del nivel de precios de 142,4% para este año.
Actividad económica
La actividad económica sostiene su descenso
La actual reversión hacia el descenso de la actividad económica evidencia los efectos de la estanflación. Entretanto, se proyecta que la dinámica de inflación y estancamiento permanezcan y puedan intensificarse durante el segundo semestre del año.
Las proyecciones de crecimiento registran una contracción del orden del 2,7% para este año. La dinámica negativa se deriva del contexto de incertidumbre, descoordinación y alta inflación.
Sector fiscal
La gestión fiscal ante el deterioro de la coyuntura macroeconómica
El desequilibrio fiscal no se retrae aún con el ajuste real y ante la continuidad de una coyuntura compleja. La magnitud del déficit fiscal derivado de la crisis no se revierte lo cual evidencia las necesidades de acuerdo con el FMI.
La estructura de ingresos y egresos fiscales sostienen el deterioro real derivado desde la dinámica inflacionaria interanual. Ante el panorama de la actividad dada la recesión proyectada se espera un mayor deterioro real de los ingresos fiscales.
Sector externo
El deterioro del frente externo se sostiene
El desempeño del comercio externo persiste en una senda de retracción frente a la coyuntura interna de demandante neta de divisas. El sostenimiento del déficit comercial puede representar mayores presiones para una corrección cambiaria.
El tipo de cambio real (base 2010=1) registró una apreciación del orden de 4,7% en junio respecto al promedio del año 2022. Mientras que desde la dinámica intermensual se observó una apreciación marginal de 0,2%.
Sector monetario y financiero
Política monetaria permanece sujeta a la dominancia fiscal
La gestión monetaria coordina su accionar con la política fiscal en evitar un ajuste nominal. Si bien el sesgo contractivo de la política monetaria se observa a través de la tasa de interés, la expansión monetaria se sostiene.
Las reservas internacionales brutas promediando el mes de julio registraron una retracción acumulado desde el inicio del año del orden de los U$S 18.182 millones. Asimismo, la disminución intermensual parcial respecto de junio se registra entorno a los U$S 1.510 millones.
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