La industria de la construcción aún afronta diferentes desafíos en materia de sostenibilidad y de conservación del entorno. El primero de estos, está relacionado con lograr desarrollar modelos de producción y funcionamiento que estén libres de sustancias que pueden poner en peligro la capa de ozono.
Una de las acciones que se pueden emprender para abordar y contrarrestar esta problemática desde el sector de la construcción, tiene que ver con la mejora en la infraestructura y con la implementación de sistemas de calefacción o HVAC, los cuales adquieren una relevancia especial cuando el objetivo es la reducción del impacto ambiental.
“Como especialistas en soluciones que impulsan la automatización y la gestión eficiente de la energía, continuamos aportando para el desarrollo de entornos productivos mediante soluciones que protejan el entorno de los edificios y así evitar tener un impacto negativo del aire exterior Estamos comprometidos en diseñar sistemas sostenibles que eliminen la necesidad de químicos o productos contaminantes, al mismo tiempo que promovemos el ahorro de energía. Este enfoque representa un paso adelante en el camino hacia la realización de ciudades inteligentes.” afirma Santiago Urueña, Business Developer Manager para Digital Building en Schneider Electric.
De esta manera, los sistemas HVAC ofrecen tanto calefacción como enfriamiento y se consideran una solución óptima para mantener un ambiente agradable en cualquier época del año, consolidándose como una gran alternativa principalmente para las personas y habitantes de las zonas costeras. Son sistemas que, además, influyen directamente en la experiencia de las personas, teniendo en cuenta que las mismas transcurren el 90% del tiempo al interior de los edificios.
“Más allá de adaptar un sistema inteligente independiente con los más altos estándares tecnológicos, es importante que los sistemas existentes sean moldeables y adaptables con el sistema de monitoreo de gestión energética, ya que además de caracterizarse por ser los mayores consumidores de energía en edificios comerciales y residenciales, estos utilizan algunos aditivos o productos químicos que son en su mayoría, nocivos” añade el ejecutivo.
“Es una responsabilidad que tenemos como agentes de cambio para el bienestar y futuro de las próximas generaciones ser conocedores y trabajar desde las organizaciones en este tipo de aspectos que están en el día a día de las personas y que interviene en la mejora de las condiciones de nuestro planeta” concluye Urueña.
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