Estamos en pleno verano y las altas temperaturas alteran nuestros organismos. Y si bien el sol invita a disfrutar del aire libre, las noches calurosas pueden convertirse en un problema para quienes buscan un descanso reparador. El calor excesivo se transforma en un enemigo silencioso del sueño, perturbando el bienestar y la salud de las personas.
Cuando hace calor el cuerpo tiene que trabajar más para eliminar el exceso de calor, lo que puede dificultar el proceso de conciliar el sueño y mantenerlo durante la noche.
¿Por qué el calor afecta el sueño?
● Aumento de la temperatura corporal: El cuerpo necesita mantener una temperatura interna constante para funcionar correctamente. Cuando hace calor, el cuerpo tiene que trabajar más para eliminar el exceso de calor, lo que puede dificultar el proceso de conciliar el sueño y mantenerlo durante la noche.
● Sudoración: La sudoración es una forma natural del cuerpo de eliminar el calor, pero puede ser incómoda y perturbadora del sueño.
● Deshidratación: La pérdida de líquidos a través del sudor puede llevar a la deshidratación, que puede causar fatiga, dolores de cabeza y dificultad para dormir.
● Interrupciones del sueño: Las altas temperaturas pueden provocar que nos despertemos con más frecuencia durante la noche, lo que puede afectar la calidad del sueño.
“Las altas temperaturas pueden provocar que nos despertemos con más frecuencia durante la noche, lo que puede afectar la calidad del sueño”. comenta Matías Burstein, CEO de Calm es simple.
“Justamente desde Calm nos enfocamos en fabricar colchones con tecnología de última generación con núcleo de resortes que permiten la circulación del aire, aportando frescura y oxigenación durante toda la noche”, agrega el experto.
Como parte de su compromiso por brindar el mejor descanso, desde Calm se comparten algunos consejos para mejorar el sueño en verano:
1. Encontrar el colchón adecuado para el verano puede contribuir a mejorar el descanso y disfrutar de un sueño reparador durante las noches calurosas.
2. Utilizar ropa de cama transpirable: Elegir ropa de cama hecha de materiales naturales como algodón o lino puede ayudar a absorber el sudor y mantenerte fresco.
3. Evitar la cafeína y el alcohol por la tarde: Estas sustancias pueden interferir con el sueño.
4. Tomar una ducha fresca antes de acostarse: Esto puede ayudar a bajar la temperatura corporal y relajar los músculos.
5. Beber suficiente agua durante el día: La hidratación es fundamental para el buen funcionamiento del cuerpo, incluyendo el sueño.
En definitiva, el verano no tiene que ser un enemigo del buen dormir. Con pequeños cambios en la rutina y la elección de productos adecuados, se puede disfrutar de un sueño reparador durante las noches calurosas y despertar con energía para disfrutar al máximo del verano. El descanso es fundamental para la salud física y mental y priorizar un buen dormir permite sentirse mejor, tener más energía y disfrutar de una vida más plena.
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