Comisariada por Kenneth E. Silver, un reconocido experto en el artista e historiador del arte de la Universidad de Nueva York, la exposición arroja luz sobre la versatilidad –o destreza para hacer malabarismos– que siempre ha caracterizado el lenguaje artístico de Cocteau y por la que el artista fue a menudo criticado por sus contemporáneos. A través de una sorprendente variedad de obras, más de ciento cincuenta, que van desde dibujos a obras gráficas, joyas, tapices, documentos históricos, libros, revistas, fotografías, documentales y películas dirigidas por el propio Cocteau, procedentes de prestigiosos museos internacionales, entre ellos el Centre Georges. Pompidou, París, Phoenix Art Museum, Jean Cocteau Museum, Menton, así como importantes colecciones privadas, la exposición recorre el desarrollo de la estética única y muy personal del artista polifacético y recorre los momentos más destacados de su tumultuosa carrera.
Entre las figuras más influyentes del siglo XX, Cocteau fue un creador de alcance sorprendente. Se definió como poeta, pero también como novelista, dramaturgo y crítico, escribió textos sobre arte y música y adoptó diversas formas narrativas, incluidos escritos de viajes y memorias. Pero Cocteau fue también un artista visual brillante, hábil, innovador, capaz de planteamientos originales, y es precisamente este último aspecto de su vida creativa el que constituye el punto de apoyo de la exposición de la Colección Peggy Guggenheim: Cocteau dibujante, diseñador gráfico, muralista. , diseñadora de moda, joyería, telas y directora. Por este eclecticismo se le puede considerar en todos los aspectos un hombre renacentista de los tiempos modernos, cuya extrema versatilidad y experimentación han dejado una huella indeleble en el arte del siglo XX.
La Colección Peggy Guggenheim es un lugar especialmente adecuado para acoger la exposición de Jean Cocteau. La venganza del malabarista, tanto por la amistad que siempre le unió a Peggy Guggenheim, que inició su carrera artística en la galería londinense Guggenheim Jeune en 1938 con una exposición de dibujos de Cocteau, sugerida por Marcel Duchamp, como por el amor que siempre unió a Cocteau con la ciudad de la laguna, llevándolo a Venecia varias veces a lo largo de los años.
La exposición va acompañada de un rico catálogo ilustrado, publicado por Marsilio Arte, con ensayos del curador Kenneth E. Silver y Blake Oetting.
Por Flavia Tomaello,
https://flaviatomaello.blog/ , Instagram @flavia.tomaello
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