A un año del aislamiento social preventivo y obligatorio, el famoso ASPO, ya no tenemos dudas que se dio un cambio radical en nuestras vidas generando, en la mayoría de las personas, altos niveles de estrés.
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Durante este período se mimetizaron los tiempos dedicados al trabajo y a la vida familiar o personal. Por momentos nos vimos desbordados al no poder establecer esos límites que antes estaban delimitados por el hecho de estar dentro de casa y fuera de ella.
Todo esto trajo nuevos desafíos emocionales, laborales y personales. De todo eso hablan las profesoras expertas de Identidad Argentina, la Lic. Jessica Victoria Elliott y la Lic. Priscila Victoria Elliott, responsables del curso Productividad laboral y bienestar personal. Conocé más de este curso en https://aia.identidadargentina.com.ar/cursos/. Aquellos interesados pueden solicitar información a informes@identidadargetina.com.ar, por Whatsapp: +54 911 5596 9538 o en las redes sociales institucionales.
Algunos cambios que se iban produciendo lentamente en el escenario laboral en los últimos años, en particular la tendencia a trabajar online, experimentaron un impulso decisivo producto de la pandemia. De la noche a la mañana, masivamente muchos trabajadores pasaron a tener que desarrollar habilidades tecnológicas y diversas competencias laborales y personales para adaptarse a trabajar de forma remota y digital como solución para poder mantener su actividad productiva durante el confinamiento.
Entre quienes ya tenían cierta experiencia previa en la modalidad de teletrabajo el desafío fue ampliarla al punto de convertirla en exclusiva, y para muchos otros todo esto implicó una inmersión desde cero en un mundo nuevo que, de acuerdo con diferentes referentes a nivel mundial, junto a la teleeducación y la telemedicina, han sido de los grandes cambios que trajo el 2020 que llegaron para quedarse.
"Se cree que cada vez más el trabajo va a ser visto como “algo que se hace” y no “un lugar al que se va”, y que lo que va a primar en la mentada “nueva realidad post-Covid” van a ser en todo caso opciones flexibles que combinen espacios de presencialidad con posibilidades de trabajo remoto", indica Jessica Victoria Elliott, Licenciada en Gestión de Recursos Humanos y de Relaciones Públicas e Institucionales de la Universidad Siglo 21 y profesora experta de Academia Identidad Argentina.
Además, más allá del aspecto de la creciente digitalización, la pandemia también dejó en evidencia la necesidad de estar permanentemente abiertos al cambio en lo laboral, a poder reestructurar tareas, renovar procesos, repensar estrategias y objetivos en función de lo que el mundo nos va presentando, en un contexto en el que nos dimos cuenta que la única constante es la incertidumbre.
Y aquí nos preguntamos ¿Qué nuevos desafíos emocionales se dieron?
"Desde antes de la pandemia ya desde la Psicología Laboral se hablaba mucho sobre el estrés, el burnout, los ataques de pánico, los episodios de ansiedad, como fenómenos que se habían normalizado para formar parte del paisaje urbano. Vivimos en una realidad en la que priman las exigencias, las prisas, en la que un día de 24 horas nos parece muy poco para afrontar con éxito todas las tareas diarias, derivadas de múltiples roles que asumimos, en la que desconectarse de las obligaciones y conectarse con uno mismo para poder conciliar vida laboral y personal se torna un desafío gigante, y que fácilmente nos sumerge en una vorágine que parece que escapara de nuestro control", asegura Priscila Victoria Elliott, Licenciada en Psicología por la Universidad Católica de Córdoba y profesora experta de Academia Identidad Argentina.
"Pero además, a partir del año pasado, muchas personas sufrieron el estrés adicional de vivir grandes modificaciones a nivel laboral sin suficiente preparación previa, sumado a la movilización emocional que generó la situación de cuarentena y todo lo que ella conllevó (aislamiento y limitación de la movilidad, separación de seres queridos, nuevos hábitos y rutinas, sensaciones de inseguridad e incertidumbre, desafíos económicos, de salud, etc.). Es por ello que, si bien muchos de los cambios recientes suponen una mejora para nuestra vida laboral, es también preciso identificar las condiciones que posibilitan, por un lado, la eficacia, eficiencia y productividad en dichas condiciones, y, por otro, el bienestar y satisfacción de los trabajadores que lo practican", agrega Priscila.
Y aquí vale la pena hacer un paréntesis para explicar un poco más de qué se trata este famoso estrés.
"El estrés es en realidad una respuesta adaptativa, que nos ha permitido sobrevivir como especie, ya que la respuesta de luchar o huir que predispone nos permite reaccionar ante una situación de emergencia con todo nuestro potencial físico, superar el peligro y lograr un estado de adaptación ante las circunstancias que nos rodean. Es decir que, cuando es eventual y no sostenida en el tiempo, esta respuesta es altamente beneficiosa. Sin embargo, esto se puede transformar en negativo si es demasiado intenso, repetido o prolongado en el tiempo. Por todo ello, es importante que evitemos que esta respuesta natural positiva del ser humano se transforme en un fenómeno negativo que acabe por deteriorar la salud", agrega la psicóloga.
En años recientes, desde la perspectiva de la Psicología Positiva, se ha destacado precisamente una aproximación más positiva al estrés. Para diferenciar el estrés como algo negativo del estrés positivo se han usado los conceptos de distrés y eutrés.
Mientras que el Eutrés es aquel estrés moderado que ayuda a cumplir las metas u objetivos, y permite a la persona defenderse o prepararse ante un ataque o un problema que le amenaza, definido como “una respuesta psicológica positiva a un estresor, indicada por la presencia de estados psicológicos positivos”, el Distrés es el estrés excesivo, que permanece por un tiempo prolongado y que tiene efectos negativos en la persona.
"El reto sería disminuir el distrés y aumentar el eutrés, teniendo en cuenta que las experiencias positivas es más probable que ocurran cuando las demandas se viven como retos y oportunidades en lugar de amenazas", aclara Priscila.
Y incorporamos el tema del manejo del tiempo para poder "controlar" el estrés malo.
¿Cómo transformamos positivamente el estrés que nos puede producir un mal manejo del tiempo. La solución al estrés es simplemente un buen manejo del tiempo o hay otras soluciones posibles?¿cuáles serían?
"Así es. Muchas veces el estrés se produce por una gestión inadecuada del tiempo, que nos sume en una vorágine de tareas desorganizadas que nos demandan y ante las cuales no llegamos a responder correctamente. Por ello, una de las estrategias para disminuir el estrés es la organización de la agenda en tareas ordenadas, priorizadas, y esquematizadas", agregan las expertas.
Sin embargo, aclaran que "las causas del estrés también pueden provenir de otras fuentes (falta de descanso o de desconexión de lo laboral, exceso de trabajo, la percepción de falta de capacidad para las tareas asumidas, bloqueos psicológicos, la incapacidad para delegar, etc), y por ello requerirse otro tipo de estrategias (higiene del sueño, el “bloqueo” en la agenda de espacios de ocio, el desarrollo de actividad física, el pedido de ayuda a otras personas, psicoterapia, mindfulness, técnicas de meditación, etc)".
Por ejemplo, en el contexto de pandemia, el tener que trabajar con recursos online generó estrés a muchas personas que no eran tan asiduas en el uso de ese tipo de herramientas, y en dicho caso una medida a tomar podría ser la de capacitarse: aprender y entrarse en el uso de recursos tecnológicos, para así disminuir la respuesta de estrés ante dicha modalidad.
Acerca de las profesoras expertas de Identidad Argentina
Jessica Victoria Elliott es Licenciada en Gestión de Recursos Humanos y de Relaciones Públicas e Institucionales de la Universidad Siglo 21. Cursó su Máster en Dirección y Gestión de RRHH en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, España. Actualmente se desempeña como socia fundadora en Flaner Desarrollistas, Consultora Selectores Córdoba y como Directora Desarrollo Organizacional en Identidad Argentina.
Priscila Victoria Elliott es Licenciada en Psicología por la Universidad Católica de Córdoba (Premio Universidad), Magister en Gerontología por la Universidad de Granada, España (Matrícula de Honor), Magister en Neuropsicología Clínica y Magister en Deterioros Cognitivos por Grupo Esneca, España (Reconocimiento a la Excelencia Académica). Actualmente es socia fundadora en Consultora Selectores Córdoba y ActivaMente Gimnasio Cerebral.
Acerca del curso
Todo esto y mucho más abordan las profesionales en el curso de academia Identidad Argentina "Productividad laboral y bienestar personal" que está a cargo de la Mgter Priscila Elliott y la Mgter Jessica Elliott.
En este curso se busca adquirir herramientas prácticas para incrementar la productividad personal y aumentar el bienestar laboral afrontando los retos suscitados a raíz de la crisis por COVID-19. Los asistentes aprenderá a gestionar estratégicamente el tiempo personal y laboral, comprender el mecanismo inherente al estrés y transformarlo en una herramienta positiva, aprenderán a utilizar la creatividad para detectar oportunidades en tiempos de incertidumbre.
El curso de dos meses de duración y 2 encuentros sincrónicos está destinado a emprendedores, profesionales en relación de dependencia, público en general.
http://dlvr.it/Rxkslt
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