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martes, 5 de abril de 2022

Día Mundial de la Salud: nuestro planeta, nuestra salud

El concepto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Día Mundial de la Salud abarca tanto que nos hace sentir lo lejos que estamos en nuestro país de alcanzar este concepto global. Pero, si nos concentramos pensando en un objetivo tan ambicioso que parece desdibujarse, perdemos la oportunidad de pensar cómo avanzar hacia esa deseable tendencia. Estar en camino sería una gran estrategia. Para encarar este proyecto debemos centrarnos en las necesidades de cada persona en su hábitat natural. En la que la interacción sea tal que pueda desarrollar una vida de acuerdo con sus tradiciones y costumbres, con un alto respeto al medio ambiente y buscando la forma en que pueda desarrollar una actividad económica que lo contenga, que sea sustentable y no lo obligue a trasladarse a centros urbanos donde su cultura resulte extraña. Si no es una elección de vida puede vivirse como un destierro en su propio país. Tenemos experiencia reciente en la pandemia COVID 19, donde queda claramente demostrado que: • La salud es un bien colectivo, no es meramente un interés individual. • El aumento brusco de casos COVID en nuestro medio a principios de año -con un número de casos que reflejaron la ocurrencia de casi el 40% de los que se contabilizaron desde marzo 2020 con descenso de mortalidad porcentual - se debió no solamente a mutaciones del virus, sino modificaciones en el huésped: mayor porcentaje de individuos inmunizados, cuidados de poblaciones vulnerables, y cambios de hábitos en un importante número de la población. • Los sistemas de salud necesitan vigilancia genómica para detectar y abordar rápidamente los riesgos. Datos de la OMS en marzo 2021 reflejaron que el 54% de los países del mundo tenían esta capacidad, a enero 2022 esta cifra había aumentado al 68%, momento en el que también aumentó el intercambio público de datos de secuenciación un 43% más que el año pasado. Todo esto es debido a la inversión y a una estrategia global de vigilancia genómica de patógenos con potencial pandémico y epidémico para el periodo 2022-2032.(1) El futuro se construye con datos, a pesar de habernos informado a diario del número de casos y fallecidos por COVID, no contamos con datos oficiales del Ministerio de Salud de mortalidad global desde 2019. En nuestro país , según datos INDEC, la tasa de mortalidad por 100 mil habitantes es de 7.6 ( 8 para hombre, 7.2 mujeres) en la distribución porcentual de causas, la cardiocirculatoria se lleva el 28.4%; la oncológica y las respiratorias un 18%; las causas externas (como accidentes ) 5.8%; infecciosas y parasitarias 4.1%; diabetes 2.7% dentro de las más representativas (2). De acuerdo con la cuarta encuesta nacional de Factores de Riesgo en Argentina (2019) estas enfermedades son responsables del 73,4% de las muertes, del 52% de los años de vida perdidos por muerte prematura, siendo prevenibles. Repensar políticas de salud preventivas viendo los denominadores comunes de las causa de mortalidad, nos llevaría a ocuparnos de una pandemia de enfermedad no transmisible, como es la obesidad que según la 4ta Encuesta, el exceso de peso aumentó en las última encuesta a 61.6%, al igual que el consumo de alcohol de 8.9 al 13.3%; mientras que el consumo de tabaco disminuyó del 29.7 al 22.2%. La falta de educación en aprovechamiento del medio en cada región ha llevado a muchos a perder el capital de conocimiento que las generaciones pasadas tenían para general alimentos básicos, la cultura del trabajo de la tierra , el beneficio que se puede tener de las distintas geografías, la cría de algunas especies animales, etc, todas fuentes de alimentos genuinos, naturales, sin conservantes, sin grasas saturadas, ni hidratos de carbono refinados. Dentro de las acciones colectivas de prevención, la más valiosa es la educación centrada en el aprovechamiento del medio donde cada uno habita, rescatando la cultura de cada región , revalorizando el rol de la interacción de los individuos con su medio natural para que sean ellos mismos los propagadores del cuidado del medio ambiente, del mejor aprovechamiento del agua, del cuidado del ambiente, la provisión de energías no contaminantes. Los gobernantes y políticos debieran centrar su tarea en diseñar políticas para que las oportunidades de vivir mejor de manera sustentable lleguen a todos. Pero no teniendo cifras oficiales disponibles para todos, no podemos pensar que el diagnóstico de situación sea el real, entonces es cuando las subjetividades de intereses distintos al bien común parecen dominar la escena. Nos preguntamos ¿qué podemos hacer? • Conservar hábitos familiares de diálogo y transmisión de la cultura ancestral, revalorizando y respetándonos individualmente. • Ponernos a cada uno de nosotros como beneficiarios de este cuidado revalorizándonos individualmente, además de lo que significamos para la sociedad, y a la vez siendo agentes promotores de mejoras en la calidad de vida de todos. • Informándonos de la elección de alimentos, hidratación y actividad física. Limitar el uso de tecnología para promover el descanso adecuado, el autoconocimiento, ser responsables del impacto de nuestras acciones, desde nuestras adicciones, el desecho de residuos domiciliarios, hasta el aprovechamiento de todos los materiales y recursos naturales. La suma de acciones individuales cuenta en el presente y se proyectan en el tiempo, exijamos a nuestros dirigentes poner en agenda al cuidado de los individuos, y el medio ambiente que compartimos todos. REFERENCIAS (1) OMS, Whashington , D.C., 31 de marzo 2022( OPS). (2) FUENTE: Ministerio de Salud y Acción Social, Secretaria de Acceso a la Salud. Dirección Estadística e Información en Salud (DEIS) (3) INDEC, BASE DE DATOS. Por la doctora Silvia Morales Médica clínica de DIM CENTROS DE SALUD MP 39042 MN 79846 //
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