Obesidad y alimentación en verano

La obesidad es una enfermedad crónica, multicausal que afecta el equilibrio neuro-inmuno- metabólico y psicosocial. Y esta definición nos tiene que ayudar a entender, que no es una elección padecerla, que nadie se propone enfermar y que no existe “gordura sana” además que, al ser una enfermedad crónica no es posible pensar en tratamientos a corto plazo. Hablamos entonces de personas con obesidad que presentan una condición inflamatoria, a partir del aumento del tejido adiposo disfuncional que explica el nexo con sus comorbilidades (hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes mellitus no insulinodependiente, etc) Se encuentra alterado el mecanismo de termorregulación, se dificulta la pérdida de calor y se mantiene el ahorro calórico, por lo que es importante: Ingerir bebidas y alimentos fríos, sobre todo los que presentan mayor contenido de agua como frutas y verduras. No exponerse en lo posible al sol en horarios pico y a las altas temperaturas. Ejercitarse al aire libre en las primeras horas del día. Llevar ropa ligera, de colores claros y material que absorba humedad. Hidratación continua, sin esperar a sentir sed. Disminuir el consumo de sal en las preparaciones y no optar por alimentos que presentan exceso de sodio como fiambres, quesos y bebidas cola. En esta época del año, con calor extremo, aumenta la ingesta de alimentos menos saludables, hay más salidas por festejos/despedidas, se elabora menos en casa, se incrementa el consumo de alcohol y baja el movimiento. Aparecen además dietas mágicas, restrictivas, que no solo perpetúan la mala relación con la comida de algunas personas, sino que inician/mantienen el “modo ahorro” generando re-ganancia de peso, muchas veces superior a la perdida generada. Es importante educar sobre los efectos de la temperatura ambiental en el metabolismo del tejido adiposo y factores relacionados con la enfermedad, como son la ingesta, el gasto calórico o la práctica deportiva, para asegurar un abordaje integral y entender que la estigmatización de esta enfermedad suma sufrimiento a los pacientes que ya deben lidiar a diario con barreras físicas (talles de ropa, espacios reducidos y/o no preparados para determinado tamaño o peso) y barreras sociales con una mirada que culpa, juzga y hasta realiza juicios de valor sobre falta de voluntad, dejadez o vagancia, como si de eso dependiera el tratamiento de una enfermedad compleja que de ninguna manera es posible abordar desde una única disciplina. Dra Elizabeth Caron, especialista en nutrición en el centro médico Bionut (MN 168852) @bionut_obesidad.
http://dlvr.it/Sg5Zys