Todos nosotros, en general, conversamos, podemos mantener un diálogo fluido con otras personas, entendemos el mensaje que el otro nos envía y podemos responderlo sin grandes dificultades. ¿Pero qué ocurre cuando discutimos?, ¿Cuándo estamos alterados?
Es en esos casos cuando la conversación se convierte en “difícil”. Stone, Patton y Heen sostiene que las conversaciones difíciles son y serán siempre un reto.
Para comprender que decimos cuando decimos conversaciones difíciles debemos tener en cuenta que son conversaciones donde tratamos temas sobre:
1. Lo que se dice y lo que no se dice
2. Lo que se piensa
3. Lo que se siente
En general las conversaciones difíciles están relacionadas con lo “que paso”, con los sentimientos o cuestiones de identidad.
Decimos que las conversaciones difíciles tratan sobre:
Quien tiene la razón
Quien quería decir que
Quien tiene la culpa
Es esencial aclarar presunciones, percepciones, interpretaciones y valores. Es muy común caer en los siguientes errores, como presunción de la verdad, suponer las intenciones (son invisibles), las imaginamos o deducimos a partir de las acciones. Y la culpa o temor al castigo y al desacuerdos.
Para poder mejorar estas conversaciones deberíamos transformar el mensaje.
Así surgen distintas posibilidades:
• Conversación instructiva cuando cambiamos los mensajes desagradables por algo más constructivo tratando de disminuir la ansiedad y haciéndola más eficaz.
• Conversación constructiva cuando se basa en la escucha activa (lo que se dice, lo que no se dice, los gestos, etc.) intentando comprender y considerar las opiniones de ambas partes
• Conversación asertiva cuando se expresa las opiniones y sus valoraciones sin descalificar al otro, sin reproches y de manera respetuosa.
Podríamos hallar otras definiciones de distintas categorías, pero me voy a quedar con la asertiva, y ella como herramienta comunicacional “positiva” porque:
Fomenta el respeto por uno y por el otro
Permite expresar opiniones, valoraciones y sentimientos
Evita las agresiones, reproches y descalificaciones.
Podríamos decir que la asertividad es la capacidad de expresar de sentimientos, actitudes, deseos y derechos propios sin que afecte los derechos del otro sin atacarlo, desacreditarlo o herirlo.
Los mediadores trabajan durante el proceso de mediación para transformar esas conversaciones difíciles en asertivas con el objetivo de poder cambiar los propósitos, escuchar la versión del otro, contarle la propia versión sin agresiones, trabajar juntos en la búsqueda de satisfacer las necesidades e intereses de ambos. O sea:
Escucha las versiones de cada uno.
Parafrasea a cada parte.
Plantea una tercera versión:
Sin aspectos negativos. Sin ataques a los sentimientos o la identidad
Sin juicio
En definitiva se busca:
1. Dejar de buscar quien tiene la razón.
2. No suponer lo que el otro dice, quiere, piensa o siente.
3. Hacer de lado la culpa y contribuir con la solución.
4. Apropiarse de los sentimientos personales.
No se trata de hallar la culpabilidad sino de lograr juntos respetuosamente que hacer para modificar aquello que provoco el conflicto.
Debemos Educar para la Paz.
Por Silvia T. Saucedo (Profesora de Matemática y Cosmografía y Licenciada en Gestión Pública y Educativa)
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domingo, 19 de junio de 2022
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