Ella va rompiendo el camino,
tranformándose de santa a peregrino,
su viva estampa no se calla,
y pido a Dios que selle su destino...
Ahí va ella en medio de su ausencia una sonrisa,
la brisa la despeina,
y se aflora un ritual de margaritas,
las rosas son más rojas,
reviven las marchitas...
Quítese pues,
abra paso a la dicha,
las bestias de colores,
soltadas por la vida,
y no hay ni una nostalgia,
allí donde camina,
esperando que vuelvan,
a abrir las margaritas.
Jorge del Sol Martínez.
(Cuba)
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miércoles, 10 de julio de 2024
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