En una capacitación laboral integradora 30 personas privadas de libertad y personal penitenciario de una cárcel bonaerense de San Martín participaron de cursos de electricidad, panadería y barbería en el marco de las iniciativas que impulsan la formación en oficios en contexto de encierro.
La experiencia se desarrolló en la Unidad 48 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) con el aval del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, conducido por Juan Martín Mena.
Los cursos se dictaron en el sector de régimen abierto de la dependencia con una duración cuatrimestral y tuvieron como docentes a privados de libertad.
El de panadería se realizó los lunes y miércoles de 16 a 19, a cargo de Luis, y el de electricidad hogareña se cursó los martes de 15 a 17 con Javier. Ambos fueron coordinados por el Centro Universitario San Martín (CUSAM) que funciona en el penal desde el 2008 como sede de la Universidad Nacional de San Martín.
En tanto, el de peluquería y barbería también lo dictó el interno Javier los viernes de 11 a 13, a cargo de la Fundación Espartanos que promueve el rugby, la educación, el trabajo y la espiritualidad en las cárceles.
El viernes pasado se llevó a cabo el cierre y la entrega de certificados a los participantes. Se otorgaron 10 diplomas de peluquería, 10 de panadería y 10 de electricidad.
Entre los momentos más emotivos, resaltó la entrega del diploma a Flavia Teves, una empleada del Servicio Penitenciario que estudió electricidad junto a los internos.
Sobre esta experiencia, Flavia comentó que “comencé a principios de marzo el curso de electricista doméstico, que duró un cuatrimestre y cursaba en aulas del régimen abierto junto con los internos. Me impulsó la misma curiosidad de saber del tema y ahora comienzo el próximo cuatrimestre el de peluquería y barbería”. “Me sentí a gusto con los compañeros porque al fin y al cabo en el aula éramos todos compañeros, el profesor me integró y siempre compartíamos charlas, nunca me sentí incómoda” destacó la agente que cumple funciones en requisa.
Por su parte, Aquiles, un interno de 29 años, contó que “hice el curso de panadería, me anoté porque quería aprender un oficio y me pareció bueno aprender algo, hacer algunas pizzas, para tener un laburo el día de mañana y poder hacerlo en este lugar fue estupendo”.
En la entrega de diplomas estuvieron el director de Unidad 48, Alejandro Martínez, el subdirector de Asistencia y Tratamiento, Diego López, el subdirector de Seguridad, Ceferino Beltrando y Matías Garbozo, de la sección Vigilancia y Tratamiento, Eduardo Coco Oderigo, fundador de Espartanos, la coordinadora de talleres CUSAM Sofía Muiños, y los auxiliares de Régimen Abierto, Agustín Fernández y Alejandra Chaile.
Esto destaca la relevancia de la educación y la capacitación laboral en entornos penitenciarios, mostrando cómo puede transformar vidas y abrir nuevas oportunidades para un futuro mejor, indicaron las autoridades.
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